Por Pepe de Rocaforte
Posiblemente os escasos recordos que
conservo daquela visita sexan inducidos, porque todos eles se corresponden coas
fotos feitas entón, de modo que pouco ou nada podo contar daquela experiencia.
Non volvería ó Tegra ata 1978 e
desta visita gardo como recordo un exemplar do libro “La Citania de Sta. Tecla
o Una Ciudad prehistórica desenterrada”, de D. Julián López García. Merqueino
no propio museo, era a segunda edición, de 1976, trescentas pesetas me custou.
A primeira fora publicada en 1927 e non sei o seu prezo.
Tampouco sei se actualmente se
continúa vendendo o libro, pero de ser así recomendaríallo ós posibles
visitantes polas curiosidades que contén. Vexan se non algúns parágrafos sen
desperdicio: (Al) hombre paleolítico (le bastaba) para su
abrigo una simple piel que llevaría medio arrollada al cuerpo ... Ante tal
sencillez y atraso, los que hoy vivimos rodeados de toda clase de comodidades,
y no sabemos abrigarnos sino con un exceso de ropa, sentimos cierta
conmiseración hacia aquellas pobres gentes que vagaban por la floresta casi
desnudos, desafiando las inclemencias del tiempo; pero ese afecto de compasión
disminuye en el punto y hora en que echamos de ver como también las jóvenes de
hoy día, llevan la mayor parte de sus delicadas carnes al descubierto, sin que
les intimide los fríos rigurosos del invierno...
Delicioso, para ser escrito hai máis
de oitenta anos. Pero perlas similares hai outras ó longo do libro: ...Estos (celtas) asociados por los
iberos formaron el nombre de Celtiberia. Como grandes tunantes y vagabundos, se
extendieron hasta lo último de Andalucía.
Puestos allí, entre el Guadiana y el
Tajo, les dió otra ventolera, y con algunos agregados del país, se vinieron
hasta el país de La Coruña, en donde posaron. Pasaron el rio Lima, y allí
sucedió lo que todos saben. Esparramáronse los que lo pasaron...
Etcétera, etcétera. ¿Non lles parece
que ás veces paga a pena dedicarlle algún tempo á lectura de textos tan
instructivos?
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